Los locales comerciales cerrados del barrio Jesús se convirtieron el pasado domingo en auténticos álbumes fotográficos para concienciar a los vecinos de la importancia que tiene el pequeño comercio de la zona. Cerca de una treintena de personas, entre residentes, comerciantes, voluntarios y artistas participaron en la pegada de las imágenes, que lucen en una decena de locales sin uso.
Esta intervención forma parte de las acciones que se llevan a cabo desde el Plan de Dinamización del Pequeño Comercio del Ayuntamiento de Zaragoza, impulsado por el Plan Integral del Casco Histórico(PICH) y Zaragoza Activa. El objetivo era hacer visible el vacío que dejan los pequeños comercios de barrio cuando echan el cierre definitivo.
“Nos apetecía hacer un proyecto artístico”, explican desde El Ganchillo Social, entidad dinamizadora de la actividad. Para ello contaron con la colaboración de Olsen Projects, colectivo integrado por la fotógrafa Lorena Cosba y la artista visual Lara Albuixech. Ellas fueron las encargadas de retratar a los tenderos de diez comercios activos de distintas zonas del barrio. Posteriormente, la Escuela Taller Zaragoza Verde imprimió en vinilo las imágenes que desde el domingo adornan las fachadas de antiguos comercios del barrio.
“El objetivo es concienciar al vecindario del vacío que dejan los establecimientos de proximidad que se ven obligados a cesar su actividad. Y, al mismo tiempo, celebrar que muchos otros siguen abiertos y que se está a tiempo de reconocer su papel en la vida social de la zona”, explica el consistorio zaragozano en su página web. Lo importante, aseguran desde El Ganchillo Social, es tener en cuenta que “si no compramos en el barrio, las tiendas pequeñas acaban cerrando”.
La cartelería, que llama la atención por su gran tamaño, ha sorprendido a muchos viandantes y ha causado “un gran revuelo en el barrio”, en el sentido más positivo de la expresión. “Parece que hay vida en el interior de los locales”, aseguran sus impulsores, que admiten estar “muy satisfechos” con el resultado de la pegada fotográfica, que podrá verse, como mínimo, durante un mes, aunque el tiempo máximo de permanencia lo determinarán los propietarios. “Hemos hablado con cada uno de sus dueños y hemos acordado que los mantengan, como mínimo, un mes, a no ser que los alquilen antes”, explican desde El Ganchillo Social.
La mayoría de las actuaciones se concentran en el entorno de la plaza Jesús, concretamente en la calle Jesús 24 –donde antes había una pescadería-, en la calle Valimaña, la calle Estación y en el paseo Longares, entre otras zonas.
“Los comerciantes están respondiendo muy bien”
El Plan de Dinamización del Pequeño Comercio aterrizó en el barrio Jesús hace aproximadamente un año, aunque ya se aplicaba en otras zonas de la ciudad como El Gancho, donde recientemente se interpretaron varias visitas teatralizadas para dar a conocer las tiendas más especiales del barrio.
En el caso del barrio Jesús, aunque el Plan es algo más reciente, desde que se puso en marcha “han ido sumándose muchísimos comercios”. Además, desde El Ganchillo Social aseguran que, al ser la primera vez que una iniciativa de este tipo llegaba al barrio, fue acogida por los comerciantes con los brazos abiertos. “Responden súper bien, están muy agradecidos”, comentan.
Anteriormente a la pegada, los comerciantes elaboraron una guía del pequeño comercio de la zona, se lanzó una encuesta sobre hábitos de consumo entre los vecinos y, coincidiendo con el final de la Navidad, se realizó el sorteo de una cesta de productos y servicios de establecimientos locales.
Además, el pasado domingo también se convocó a los vecinos de todas las edades para que colaboraran en la grabación de un vídeo sobre el comercio de proximidad. En el canal de Youtube de la oficina del PICH hay colgados varios audiovisuales en los que los comerciantes explican brevemente las fortalezas de comprar en sus tiendas y se espera que, en los próximos días, haya más vídeos disponibles.
Fuente: Heraldo de Aragón