Una de las muchas ventajas que ofrece el consumo de proximidad, el consumo responsable, es que se configura como una actividad que, de forma indirecta, también produce un efecto positivo en la economía del propio comprador. ¿Cómo es posible? Es sencillo, al comprar en las tiendas y los comercios de cercanía, se está contribuyendo a la revitalización económica y social del barrio, a su dinamización y, en consecuencia, a la revalorización de los inmuebles de la zona.
Tener todos los servicios en la puerta de casa, contar con una oferta comercial que cubra todas las necesidades de cualquier hogar, disponer de una propuesta gastronómica y hostelera interesante, poder acceder a alternativas de ocio… en resumen, tener un barrio lleno de vida hace que sea un espacio apetecible para vivir.
Por ello es importante que las tiendas mantengan su actividad, que sean junto a sus vecinos esos agentes dinamizadores que mantengan vivas las calles. Sin embargo, la última crisis se ha cebado especialmente con el pequeño comercio, y no hay más que darse una vuelta por algunos sectores para darse cuenta: casi 1.200 locales están hoy cerrados.
Por este motivo, el Ayuntamiento de la capital aragonesa continúa sumando esfuerzos para potenciar el comercio de proximidad y revitalizar los barrios de la ciudad, a través de una serie de iniciativas que, bajo el lema ‘Locales vivos’, pretende dar una nueva oportunidad a estos espacios.
Así, por ejemplo, Zaragoza Dinámica ha decorado las fachadas y escaparates de dos locales de Las Fuentes. El objetivo pasa por mejorar su atractivo y facilitar así su comercialización y puesta en uso, contribuyendo además a dotar de una imagen más amable al conjunto de la calle, algo para lo que se contó con la colaboración de dos artistas encargadas de los diseños.
Se trata de una experiencia que ya ha sido realizada con éxito en otras ciudades como Vitoria, y que el ayuntamiento plantea extender a otros ejes comerciales de la ciudad que también sufren estas cicatrices comerciales, vías con acumulación de locales vacíos que generan un efecto contagio, desincentivando el tránsito de vecinos, perjudicando su mantenimiento y deteriorando la imagen del barrio. De este modo, a través de estas intervenciones se pretende que el arte y la creatividad contribuyan a mejorar las zonas con una mayor densidad de establecimientos cerrados o posibilitar que surjan nuevos usos.

Locales vacíos calles llenas de vida

Otra de las acciones va a tener lugar en la calle Contamina, en cuyo número 2, la sociedad municipal Zaragoza Vivienda va a alquilar tres locales consecutivos para acondicionarlos y subarrendarlos posteriormente, aplicando subvenciones a 10 años para proyectos de emprendimiento de sectores que generen una actividad de interés social.El objetivo es desarrollar una intervención de revitalización urbana para, partiendo de estos tres negocios y los que en un futuro se ubiquen en el actual solar de Contamina 4 -en el que hay proyectadoun bloque de viviendas sociales, crear un nuevo germende actividad en el entorno.
Además, se ha puesto en marcha una nueva web para dar visibilidad e información detallada de los locales vacíos en los barrios de la ciudad, con el objetivo de facilitar su alquiler a las personas interesadas en montar un negocio. El portal permite filtrar por zonas y muestra fotografías de los distintos locales.
Finalmente, para seguir avanzando en esta línea de trabajo, la Concejalía de Educación e Inclusión ha encargado un estudio que plantee otras propuestas innovadoras con las que incentivar el alquiler de locales o buscar nuevos usos. Mientras, se están desarrollando actividades para dinamizar los locales, como ciclos de cuentacuentos, exposiciones temporales en los escaparates o intervenciones estéticas sobre estos espacios con la imagen de la campaña municipal ‘Levanta tu barrio’, con mensajes que animan a elegir esa ubicación para montar un negocio.